11 noviembre, 2007

EL MORRAL DEL CAMINANTE



El aburrimiento
Unos de los grandes males de nuestro tiempo es el aburrimiento. Es como un veneno que se nos va metiendo debajo de la piel y entonces se vuelve parte de nosotros. O es como el perrito faldero que no te deja ni a sol ni a sombra. Ahí está, es inevitable. No se a qué se deba, aunque muchas veces pienso que se debe a que los avances tecnológicos están acabando con nuestra capacidad de asombro, con nuestra fantasía. Y entonces eso nos reduce a un estado donde creemos que todo es igual, que ya lo vimos todo y qué aburrimiento. Muchos jóvenes se quejan constantemente de aburrimiento y es que muchos que así piensan, generalmente tienen todo resuelto o sea que no tienen más que estar pegados a la tele, cuando anteriormente los muchachos nos ocupábamos después de la escuela en ayudar a las labores del campo o de la casa. Para mí que ahí está la clave: Nos aburrimos por no hacer nada. Hasta podríamos pasar meses enteros pegados a la cama o a la tele, sin más obligaciones que asistir a la escuela y hacer de vez en cuando las tareas. Yo felicito a los morros y morras que hacen algo más que venir a la escuela. A los que emprenden un pequeño negocio, se ocupan en algo de provecho porque ellos nunca estarán aburridos. Así que si tú eres uno de esos flojitos y aburrido, ponte las pilas, mi chavo (a), en eso y hasta juntas para comprarte los tenis que quieres. Pregúntale a los morros que compran sus cosas por ellos mismo, ¿qué se siente gastar su propio dinero? No los verás nunca aburridos. Bueno ahí les voy con los cinco consejos:
1.-Nunca falta un aburrido para una aburrida.
2.-Algo habrá en que te ocupes, hazlo.
3.-Hay aburridos que cruzan el pantano...crúzalo tú, te veré en la otra orilla.
4.-Mira debajo de las piedras, hay tanta vida sin aburrimiento.
5.-La vida está llena de sorpresas, búscalas.


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