El aburrimiento
Unos de los grandes males de nuestro tiempo es el aburrimiento. Es como un veneno que se nos va metiendo debajo de la piel y entonces se vuelve parte de nosotros. O es como el perrito faldero que no te deja ni a sol ni a sombra. Ahí está, es inevitable. No se a qué se deba, aunque muchas veces pienso que se debe a que los avances tecnológicos están acabando con nuestra capacidad de asombro, con nuestra fantasía. Y entonces eso nos reduce a un estado donde creemos que todo es igual, que ya lo vimos todo y qué aburrimiento. Muchos jóvenes se quejan constantemente de aburrimiento y es que muchos que así piensan, generalmente tienen todo resuelto o sea que no tienen más que estar pegados a la tele, cuando anteriormente los muchachos nos ocupábamos después de la escuela en ayudar a las labores del campo o de la casa. Para mí que ahí está la clave: Nos aburrimos por no hacer nada. Hasta podríamos pasar meses enteros pegados a la cama o a la tele, sin más obligaciones que asistir a la escuela y hacer de vez en cuando las tareas. Yo felicito a los morros y morras que hacen algo más que venir a la escuela. A los que emprenden un pequeño negocio, se ocupan en algo de provecho porque ellos nunca estarán aburridos. Así que si tú eres uno de esos flojitos y aburrido, ponte las pilas, mi chavo (a), en eso y hasta juntas para comprarte los tenis que quieres. Pregúntale a los morros que compran sus cosas por ellos mismo, ¿qué se siente gastar su propio dinero? No los verás nunca aburridos. Bueno ahí les voy con los cinco consejos:
1.-Nunca falta un aburrido para una aburrida.
2.-Algo habrá en que te ocupes, hazlo.
3.-Hay aburridos que cruzan el pantano...crúzalo tú, te veré en la otra orilla.
4.-Mira debajo de las piedras, hay tanta vida sin aburrimiento.
5.-La vida está llena de sorpresas, búscalas.
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